23 de enero de 2015

OLAS Y OCÉANOS



salud-reflexiones
El Amor es simplemente una palabra que utilizamos para describir la vibración más elevada de la energía del yo. No quiere decir esto que no sintamos amor de los demás. Pero es la diferencia que hay entre la ola y el océano. Recibimos olas de energía amorosa de los demás. Pero después pasa, como debe ser, como ocurre con las olas. La ola no es nada en comparación con un océano, con una fuente ilimitada.

Hay una fuente ilimitada de amor dentro de nuestros corazones. No en el corazón de nuestro cuerpo, sino en el corazón de nuestra alma. Tu eres tu corazón, tu eres el alma. Puede parecer que las palabras son diferentes, pero en última instancia todas ellas, es decir, alma, corazón, yo, conciencia, apuntan al mismo “yo” que dice “Yo Soy”. Esta fuente interior  ilimitada podría compararse con un océano. Las olas vienen y van, pero el océano de ese potencial amoroso está muy cerca de tu yo. Estás en él. Pero solo puedes ser consciente de “él”, solo puedes ser consciente de ser una fuente de amor, cuando se acaba el “querer” olas de amor de los demás.

La clave para utilizar nuestra fuente interior, nuestro océano, si quieres llamarlo así, es la intención. SOlamente la intención exacta que hay tras nuestras palabras y acciones nos permite recurrir a nuestro propio océano interior. Cuando lo hacemos, cuando damos sin condiciones, puede que nos sintamos “oceánicos”, que es el sentimiento de tener un suministro de energía ilimitado para dar.

Sentir esa fuente ilimitada como fluye desde nuestro interior nos aporta  felicidad.

Fuente: "El sistema inmunitario del Alma" Mike George  Publicado por: Ángeles Torres