La
mente humana es un misterio que va revelando sus secretos gracias a la ciencia.
En los últimos tiempos hemos avanzado mucho al respecto y estamos entendiendo
cómo técnicas ancestrales o la meditación están encontrando una explicación
científica.
Básicamente
nuestra mente se divide en Mente Consciente y Mente Subconsciente. Se dice que tenemos una media de 60.000
pensamientos al día, de los cuales, la mente consciente procesa más o menos un
5%. El 95% restante lo hace la mente subconsciente.
La
Mente consciente
se aloja en el hemisferio izquierdo del cerebro y es la que controla nuestra
capacidad de razonar, memorizar, ordenar, organizar etc. En definitiva es lo
que “controlamos”.
La
Mente Subconsciente
se ubica en el hemisferio derecho del cerebro. Es la parte sobre la cual no tenemos
control. Se relaciona con la intuición y todo lo que escapa a nuestra “lógica”.
En el subconsciente se almacenan todos nuestros hábitos, valores, experiencias
y creencias a lo largo de nuestra vida. Podemos decir que funciona en "piloto automático"
Si
comparamos nuestro cerebro con un ordenador, nuestro subconsciente sería el “software”
que lo hace funcionar. Por tanto, dependiendo
de la naturaleza de ese “software” atraeremos a nuestra vida experiencias y resultados
más o menos positivos.
Por
supuesto nadie quiere sufrimiento en su vida ni circunstancias adversas, sin
embargo, a menudo nos encontramos atrapados en situaciones que no sabemos cómo resolver, y que se repiten
de una forma u otra en nuestra vida. Ponemos
todo nuestro empeño en encontrar una solución pero no conseguimos encontrarla. Es en esos momentos, cuando es interesante que
nos detengamos por unos momentos y nos observemos para entender cuáles son los mecanismos
nos mueven. Prestemos atención al tremendo poder de nuestra mente
subconsciente. Ella controla el desarrollo de nuestra vida y allí se alberga la
esencia de nuestro ser.
Una
forma sencilla es ver nuestra mente como un jardín. Tú eres el jardinero que
planta semillas de pensamientos en tu mente subconsciente continuamente. Todo
lo que sembramos en la mente subconsciente lo cosechamos en nuestro cuerpo y en
nuestras experiencias. Por tanto, la calidad de nuestros pensamientos
determinará la “cosecha” que recogeremos en nuestro cuerpo y en nuestra vida.
“Siembra un pensamiento y cosecharás un hecho.
Siembra un hecho y cosecharás un hábito.
Siembra un hábito y cosecharás un carácter.
Siembra un carácter y cosecharás un destino”
Aristóteles
Revisemos
qué patrones mentales tenemos y cuáles son nuestras creencias acerca de
nosotros mismos y nuestro entorno. Al igual que un espejo, la vida nos devuelve
el reflejo de lo que emitimos, en la mayoría de los casos, de forma
inconsciente. Es posible que repentinamente, encontremos la
respuesta que necesitamos cuando descubramos una creencia o patrón que nos
limita y nos está impidiendo conseguir lo que queremos y nos merecemos.
Tenemos
en nuestras manos la capacidad de moldear nuestra vida y vivirla de una forma
plena y feliz. ¡No te conformes con menos!
Escrito por: Ángeles
Torres