En los últimos años, han aparecido numerosas técnicas y terapias alternativas,
naturales, complementarias, etc. La
mayoría son muy antiguas, incluso ancestrales, que han sido “rescatadas” y traídas de nuevo a
nuestros días. Otras se han adaptado y presentado como algo novedoso. La ciencia, cada vez más está demostrando y
explicando lo que antes se denominaba mágico.
Meditación, Yoga, Reiki, Ho´oponopono,
Técnica metamórfica, EFT, o Flores de Bach, por poner tan solo algunos ejemplos, son técnicas y terapias que
funcionan de maravilla. Creo que cada una de ellas nos resuena en un momento
particular y llega a nosotros aportándonos el beneficio que necesitamos. Es un gran
avance que hoy en día se nos haya facilitado el camino. Cada vez son más las
personas que se interesan por buscar nuevas sendas y quieren profundizar en sí mismas.
Pero bien es cierto que a veces ante tanta “avalancha”
de técnicas y herramientas de crecimiento personal, las personas pueden sentirse
confundidas. ¿Cuál es la mejor terapia para mí? ¿Cuál me recomiendas? Estas son
preguntas que he oído y me han hecho varias veces. Y siempre digo lo mismo. La mejor terapia, la mejor técnica, es
aquella que te resuene a ti. Te pueden recomendar esto o aquello, o ver a
personas cercanas a ti como les funciona, te puedes animar y probar viendo los
resultados que puede tener en alguien cercano y eso está muy bien. Como se
suele decir, todos los caminos llevan a Roma. Si está bien para ti, es perfecto. Con el paso del tiempo, ves como
en realidad todas ellas se complementan y unas te llevan a otras. Escucha a tu
intuición y sin duda, encontrarás aquello que necesitas en el momento preciso.
Como terapeuta veo en los demás y en mí misma como estas herramientas funcionan mejorando nuestras vidas y es algo que no deja de maravillarme.
También es una maravillosa terapia, unas buenas risas con los amigos, disfrutar de una buena comida, jugar
con tus hijos, un paseo por la playa, disfrutar de un concierto, los momentos íntimos en pareja…en fin, hay muchos momentos terapéuticos en todas aquellas cosas sencillas y cotidianas que tenemos a nuestro alcance y que tendemos a olvidar. Porque la vida es
sencilla, y creo que ahí reside su encanto, en su misma sencillez.
Autor: Ángeles Torres