“La unidad, la
armonía completa es aquel estado del ser en el que se produce la cooperación de
manera natural.”
La
cooperación natural es una de las características más evidentes de la
naturaleza, ya que sin ella nada puede funcionar del todo bien: la parte
izquierda del cerebro colabora con la derecha, un ojo colabora con el otro ojo,
el corazón y la sangre colaboran; en caso contrario es cuando se produce la
enfermedad: La enfermedad lo desequilibra todo y se convierte en una lucha para
que el cuerpo funcione o incluso sobreviva. Una
falta de cooperación en cualquier sistema provoca características
disfuncionales.
¿Qué
es lo que provoca la falta de cooperación? En definitiva, un profundo apego a
nuestras formas de pensar y a nuestros miedos y prejuicios. Estos sentimientos
y actitudes egoístas hacen que nos quedemos encerrados en nuestro pequeño yo y
que, en consecuencia, todas las experiencias se filtren a través de él.
¿Qué
es la cooperación?
La
cooperación es la interacción entre tolerancia
y adaptación, flexibilidad, respeto y aprecio de la diferencia y la
unicidad. Cuando partimos de esta interacción, la cooperación está en la base
de cualquier tarea de éxito.
No
importa lo capaz, talentoso, eficiente o extraordinario que pueda ser alguien:
sin la cooperación de los demás, por sí mismo no podría desarrollar sus
habilidades personales. Como tampoco podemos emprender una tarea sin la ayuda
de un mentor.
Por
ejemplo, un actor o un cantante necesitan músicos, productores, directores y
sobre todo, un público para poder expresarse con éxito, sin importar su
capacidad innata para la creatividad y el entretenimiento de los demás.
La
cooperación se hace natural y fluye con facilidad cuando nos posicionamos con
confianza y humildad, dejando un espacio en el que los demás, puedan entrar y
crear con nosotros.
Vivimos
en una sociedad que no podría existir si no hubiera cooperación. Aunque esta
sociedad no funcione todo lo bien que debería, cada uno de nosotros sí que
presta un servicio necesario para los demás. Pero la verdadera cooperación
empieza con la cooperación interior, o la coherencia de pensamientos,
sentimientos y actitudes. Entonces la cooperación con el mundo exterior es
fácil. Si nuestros mundos internos y externos no cooperan de forma armoniosa,
existiremos en un estado de desorientación y tensión.
Si
queremos que una tarea compartida sea un verdadero éxito, deberá ser
satisfactoria para todo el mundo: todos los implicados necesitan ver sus
beneficios y sentirse realizados, además de honrados por haber desempeñado un
papel en ella.
La
cooperación se obtiene con a confianza porque la confianza facilita la integración y
la unidad.
Fuente: Anthony Strano Publicado por: Ángeles Torres